jueves, 25 de junio de 2009

Bitácora

24/05/09_Primeras notas

Después de una hora de desencuentros, y pasado ya el mediodía llegamos a una de las ferias más populares de Montevideo, un icono de la ciudad, mezcla de paseo turístico y feria barrial.
Tristan Narvaja es la calle que ha dado el nombre final a este mercado al aire libre, que abarca una amplia zona del Barrio Cordón.
Esta no es una visita común, ya que llegamos hasta aquí con el fin de que un objeto nos encontrara, y pudiera formar parte de nuestro trabajo de investigación, que se basa en los 100 años de la feria de Tristan Narvaja.

Comenzando la búsqueda caminamos de forma incierta, dejándonos llevar por el propio movimiento de la feria y sus variadas ramificaciones.
Luego de caminar... muchooo, y de cruzarnos con los más variadas opciones, desde libros, objetos antiguos, frutas, verduras y todo tipo de utensilios prácticos para la vida diaria, algo nos llamó la atención, sin cruzar palabras, fuimos por el mismo objeto. Es un cuchillo de cocina que se utiliza para cortar huesos de pollo, como el de la película "Delicatessen", de allí nuestra asociación en común. No muy conformes con él, proseguimos nuestra búsqueda...
Casi llegando al final de nuestro paseo y sin más objetos que no interesaran, nos íbamos marchando de la feria.
Pero para nuestra sorpresa, aún había algo que nos estaba esperando, por una callecita casi desierta, con los últimos puestos desarmándose, nos encontró otro objeto. Es un guarda botellas de vino, tallado en madera que tiene la forma de un soldadito de plomo. Según lo que nos pudo contar su dueño, es un guarda vino español, tallado y pintado a mano, la última partida que se fabricó, data de unos 20 años atrás. Lo que nos llamó la atención de él fue la expresión su rostro y pensar todas las peripecias que pasó hasta llegar a esa mesa en aquel puesto sobre la calle Magallanes.


Miércoles 10/06 visitamos el Centro Comunal Zonal Nº1 (continuará)